Investigan un novedoso proceso de esterilización para el tapón de vino con corcho del Espadán
La industria del corcho busca nuevas fórmulas para eliminar o reducir la incidencia del conocido "gusto a corcho" en las botellas de vino y cava, a pesar de que la afección que presenta sobre el volumen de botellas envasadas en el mundo es muy escasa.
Esta es la línea de investigación avanzada del recién creado departamento de Investigación y Desarrollo de la empresa castellonense ubicada en la población de Soneja Espadán Corks, mediante el programa Expande que impulsa el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA), el Fondo Social Europeo, y la asesoría técnica del Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA.
La citada empresa, una de las pocas asentadas en la Comunidad Valenciana, explota desde hace más de cien años alcornocales de la Sierra de Espadán y la Sierra La Calderona con expertos podadores, que extraen el material de forma artesanal y, debido a lo abrupto y escarpado terreno, lo transportan mediante mulas hasta el lugar de almacenamiento de las panas (material bruto) para su curado de forma natural durante varios meses.
El proceso continúa tras la cura con el refugado (selección) y el cocido (cocción en calderas con agua hirviendo) para eliminar impurezas y ablandar las panas para dotarlas de elasticidad.
Según explican fuentes de la empresa, la firma ha mejorado este proceso mediante la investigación aplicada a la primera transformación del material a través de distintas formulaciones de presión y temperatura, para aumentar de forma natural el volumen de las panas, una innovación que le está permitiendo optimizar paulatinamente su proceso productivo y ser más competitivos.
"Este innovador procedimiento nos permitirá a medio plazo obtener un producto final con mayor valor añadido y de mayor calidad", según ha explicado el gerente de la empresa Adolfo Miravet.
El gerente expone que dicha empresa integra en su gestión todo el proceso de esta industria, desde el cultivo del alcornoque hasta la distribución final del producto a las bodegas, "lo que supone una importante diferencia respecto a otras empresas del sector y nos ha permitido ser el primer alcornocal español privado en obtener la certificación forestal FSC y mejorar la trazabilidad" -indica Miravet-, quien explica que todo el sector está ahora de acuerdo en activar las iniciativas de certificación para posicionar el corcho frente a otros materiales sintéticos, defender la biodiversidad de los alcornocales, y complacer al consumidor.
El corcho, según asegura el empresario, ofrece la mayor garantía de maduración natural del vino y los espumosos, es un producto totalmente reciclable y reutilizable, y fortalece una adecuada gestión forestal hacia sostenibilidad de los bosques en beneficio social, económico y ecológico.
"De hecho, según el reciente estudio realizado por la Society for Ecological Restoration International Cork oak woodlands on the Edge, en el que participa como autor el investigador valenciano Juli Pausas (CSIC-UV), los alcornocales valencianos son un modelo para entender la regeneración de esta especie, frente a la situación general de regresión de los alcornocales europeos derivada fundamentalmente de la sobreexplotación, envejecimiento o enfermedades", precisa Miravet.
La producción corchera en España se concentra fundamentalmente en el suroeste (Andalucía occidental y Extremadura) y la industria de transformación se ha ido trasladando desde Cataluña hasta Extremadura y Andalucía.
Esta es la línea de investigación avanzada del recién creado departamento de Investigación y Desarrollo de la empresa castellonense ubicada en la población de Soneja Espadán Corks, mediante el programa Expande que impulsa el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA), el Fondo Social Europeo, y la asesoría técnica del Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA.
La citada empresa, una de las pocas asentadas en la Comunidad Valenciana, explota desde hace más de cien años alcornocales de la Sierra de Espadán y la Sierra La Calderona con expertos podadores, que extraen el material de forma artesanal y, debido a lo abrupto y escarpado terreno, lo transportan mediante mulas hasta el lugar de almacenamiento de las panas (material bruto) para su curado de forma natural durante varios meses.
El proceso continúa tras la cura con el refugado (selección) y el cocido (cocción en calderas con agua hirviendo) para eliminar impurezas y ablandar las panas para dotarlas de elasticidad.
Según explican fuentes de la empresa, la firma ha mejorado este proceso mediante la investigación aplicada a la primera transformación del material a través de distintas formulaciones de presión y temperatura, para aumentar de forma natural el volumen de las panas, una innovación que le está permitiendo optimizar paulatinamente su proceso productivo y ser más competitivos.
Investigación avanzada
Espadán Corks lleva a cabo esta investigación basada en la búsqueda de mecanismos de eliminación de los microorganismos que puede contener el corcho mediante un innovador proceso de esterilización sobre el producto final, es decir, el propio tapón de corcho, ya que hasta la fecha la esterilización se realizaba sobre las propias panas almacenadas."Este innovador procedimiento nos permitirá a medio plazo obtener un producto final con mayor valor añadido y de mayor calidad", según ha explicado el gerente de la empresa Adolfo Miravet.
El gerente expone que dicha empresa integra en su gestión todo el proceso de esta industria, desde el cultivo del alcornoque hasta la distribución final del producto a las bodegas, "lo que supone una importante diferencia respecto a otras empresas del sector y nos ha permitido ser el primer alcornocal español privado en obtener la certificación forestal FSC y mejorar la trazabilidad" -indica Miravet-, quien explica que todo el sector está ahora de acuerdo en activar las iniciativas de certificación para posicionar el corcho frente a otros materiales sintéticos, defender la biodiversidad de los alcornocales, y complacer al consumidor.
El corcho, según asegura el empresario, ofrece la mayor garantía de maduración natural del vino y los espumosos, es un producto totalmente reciclable y reutilizable, y fortalece una adecuada gestión forestal hacia sostenibilidad de los bosques en beneficio social, económico y ecológico.
"De hecho, según el reciente estudio realizado por la Society for Ecological Restoration International Cork oak woodlands on the Edge, en el que participa como autor el investigador valenciano Juli Pausas (CSIC-UV), los alcornocales valencianos son un modelo para entender la regeneración de esta especie, frente a la situación general de regresión de los alcornocales europeos derivada fundamentalmente de la sobreexplotación, envejecimiento o enfermedades", precisa Miravet.
Espadán, corazón de corcho
La Sierra de Espadán es casi en exclusiva la zona productora de corcho en la Comunidad Valenciana, con una facturación media entre los 2,5 y 3 millones de euros anuales, que supone el 1 por ciento de la producción nacional de corcho. A pesar de ser una explotación testimonial, el cultivo de los alcornocales en la Comunidad puede representar el futuro de zonas donde la sostenibilidad del medio rural es especialmente necesaria. Espadán tiene un corazón de más de 6.000 hectáreas de corcho. Un material con múltiples propiedades, como su ligereza, elasticidad, compresibilidad, resilencia, impermeabilidad, aislante, amortiguador, químicamente inerte, retardante al fuego, durable, reciclable, reutilizable, y otras, que injieren a este material unas aplicaciones especiales con excelentes prestaciones, según el experto.La producción corchera en España se concentra fundamentalmente en el suroeste (Andalucía occidental y Extremadura) y la industria de transformación se ha ido trasladando desde Cataluña hasta Extremadura y Andalucía.
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